Otros beneficios del Método Wim Hof que no sabías.

Ya conocemos los efectos que tienen las respiraciones del método de Wim Hof en nuestro organismo. Si has acudido a cualquier taller (oficial, obviamente), Entonces sabes que la respiración nos ayuda a suprimir la respuesta inmunológica y a fomentar la des-inflamación sistémica, sin mencionar los beneficios cualitativos.

Lo que no se menciona tanto en los talleres son los beneficios “no oficiales” de los ejercicios de respiración.

Los ejercicios (básicos) de respiración del método Wim Hof, se les conoce técnicamente como ejercicios de hipoxia e hipocapnia; lo que significa bajo oxígeno y bajo CO2 respectivamente. (Recuerda que hipo es menos, e hyper es más). NOTA: Hay muchísimos ejercicios que involucran hipoxia, no necesariamente son los ejercicios del Método Wim Hof. De hecho, cualquier apnea (prolongada) logra efectos de hipoxia.

Cuando hacemos varias apneas, o retenciones. Se conoce como entrenamiento hipóxico intermitente. Así como existe el HIIT, existe el IHT (Intermittent hypoxic training, en inglés).

Lo relevante de lo que estamos escribiendo, es que en 2017 hicieron un estudio y demostraron qué:

La hipoxia intermintente incrementa el flujo sanguíneo al cerebro por 20% aproximadamente.

Si lo piensas, 20% es BASTANTE.

Tomando en cuenta que la mayoría del mundo occidental respira mal, significa que la mayoría del mundo occidental no tiene un buen flujo sanguíneo al cerebro. (Y como vemos en algunos talleres, eso puede explicar muchísimas cosas que se atribuyen a “ansiedad” o “estrés).

Lo interesante del artículo es que los beneficios de la irrigación sanguínea, solamente ocurren cuando la saturación de oxígeno (SPO2) en sangre disminuye a ~86%.

Es por ese dato que mencionamos al Método Wim Hof, ya que la mayoría de las personas “sin entrenamiento” no pueden bajar a una saturación de 86%.

Ahí es donde entra la “hipocapnia” y lo técnico:

Si eliminamos más CO2 de lo normal, estaremos modificando la “curva de disociación de hemoglobina” junto con el efecto de Bohr, y gracias a eso podremos bajar nuestros niveles de oxígeno a 86% o menos.

Lo que no sabemos es si existe alguna relación de: ¿entre menos saturemos, más oxigenaremos?

Personalmente no creo. Pero en el mundo de la respiración y del “breathwork”, siempre tenemos sorpresas.

Si quieres leer el estudio, puedes dar click aquí. (Está en inglés)